Ser fotógrafa infantil y realizar sesiones fotográficas en estudio o exterior con los más pequeños de la casa es algo de lo que disfruto muchísimo.
La infancia es una de las etapas más largas de la vida, en la que los peques van cambiando año tras año. Capturar en cada foto cómo han crecido, cómo han cambiado sus gestos y la magia que desprenden resulta emocionante.