Hola, soy Beatriz.
Me han dicho que tengo que hablar sobre mí en este apartado, pero la verdad es que me gusta más saber de ti que contarte lo que he estudiado, vivido o viajado.
Te diré que soy de Valongo, Cotobade. Una aldea en la que siempre que pienso no dejo de sonreír, mentira esa canción que dice “al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver”
Supongo que esta parte de melancolía por los tiempos pasados es lo que me gusta de la fotografía.
Soy la mediana de 3 hermanas así que me ha tocado ser esa niña de la que no hay muchas fotos por casa porque no eres la primera y tampoco la más pequeña, todos los que soy “los del medio” me entenderéis.
Cuando pensaba en que sería no tenía en mi mente esta profesión, quería un trabajo que me acompañase en mi vida y no al revés, que mi vida dependiente de ese lugar en el que tengo trabajo así que puedo decirte que aquí estoy, en Galicia, porque lo he decidido.
En mi casa no hay antecedentes de fotógrafos profesionales, puede que algún que otro fotógrafo frustrado y así es como yo empecé. No sabía que me dedicaría a esto pero ahora puedo decir que es mi pasión.
A la hora de fotografiar me gusta pasar desapercibida, no quiero que la acción se pare por mi presencia y tengo que confesar que tengo debilidad por las fotos hechas de espaldas al retratado así que en mi porfolio podréis ver muchas de estas imágenes.
Me gustan las fotos en blanco y negro, supongo que las emociones resaltan más antes la falta de color, solo quedan los gestos, las miradas, los sentimientos…
Pero si he de utilizar el color, mi paleta de trabajo se caracteriza por los tonos suaves y nada intensos.
Para mí, el arte de fotografiar coge valor con el tiempo, puede que en este momento no valores un retrato, una fiesta en familia, un reencuentro, etc. Pero dentro de unos años tú o los tuyos sonreiréis al ver los álbumes familiares así que aquí estoy para inmortalizar esos momentos, fechas importantes y días corrientes sin más porque todos serán bonitos de recordar.